De los tiempos de conflictos entre Ecuador y Perú, en 1941, cuando se escuchaba el grito “Tumbes, Marañón o la Guerra” como símbolo del sentimiento territorial nacional, fue adoptada y utilizada una de las consignas más llamativas de la Sociedad Deportiva Aucas, o mejor conocido como Papa Aucas.



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Equipo de sentir popular, que aun en la C, ha llenado los estadios donde ha jugado en el lugar del país a donde vaya, espera conseguir después de tres años, subir un escalón, una categoría.

  

El partido en casa contra Pilahuín Tío, un domingo 25 de noviembre, pone los pelos de punta en los seguidores del equipo oriental. Agotados los boletos, todos los hinchas adentro uniformados. Nervios y alegría de todo un estadio, que como un ser con vida propia, pintado de amarillo y rojo espera con ilusión que su equipo gane.



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-“Por supuesto va a ganar el Auquitas no ve que siempre ganará el papá al tío” comentan dos seguidores de pelo cano mientras agitan la bandera con  el símbolo de un indio huaorani que representa la bravura y hostilidad de esa tribu amazónica.



La Armagedón, La Guardia Oriental, La Eterna de San Diego y La Banda de la Araña Martínez, hacen el bullicio respectivo como barras que son.  

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12:00 empieza el partido. Entre gritos de aliento y el sonar de los tambores y matracas transcurre el partido. Tres opciones de gol que se quedan con las ganas de ser degustadas en las bocas y los corazones de los auquistas.



Termina la contienda, empate a cero, que enseguida se transforma en fiesta porque aunque sin goles el Aucas asciende a la B, poniendo a hinchas, jugadores y directivos en una algarabía de oro y grana que se adueña de las caras plagadas en sonrisas.



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Festejo, saltos, bailes, el corazón del pueblo de la capital renace. 

- “Ahora hacia la A” cantan extasiados jóvenes hinchas, miembros nuevos y fuertes de esta tribu llamada Sociedad Deportiva Aucas.