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“YAVE ME MOSTRÓ LA VERDAD”

Hace cuatro años la situación empezó a cambiar. Cierto día, a Danny Castellanos, un amigo le llevó a conocer a un rabino. Entonces todo cambio. Sus ideas, sus creencias ya no fueron iguales. Todo lo que creía saber sobre religión se desvaneció, se esfumo. Danny se encontró en medio de una paradoja Jesús o Yave. “Desde que comenzó a acudir a la comunidad judía decía haber encontrado la verdad” comenta Polet, su hermana.
Danny Castellanos tiene 26 años de edad. Creció en una familia cristiana-evangélica. Su niñez y adolescencia la recuerda de manera grata “Mis padres fueron estrictos, pero crecí bien, no me quejó” afirma Castellanos. La religión para Danny nunca fue importante. Sin embargo cuando ingresó a la universidad sintió que sus bases religiosas estaban débiles. “La religión no me preocupaba pero en la U varias veces me hicieron dudar sobre la existencia de Dios” asegura Danny. A pesar de estas circunstancias su fe en Dios no terminó. Su vida continúo de manera normal.  Acudía a la iglesia Comunidad Fe junto a su familia. Incluso participaba de las distintas celebraciones religiosas que ahí se realizaban. “Lo único bueno de mi vida anterior fue que conocí a mi esposa” comenta entre risas Danny.


El 4 de septiembre de 2008 es un día que marcó la vida de Danny. “Mi amigo Freddy hablaba de un rabino, tanto insistía que un día acepte ir a conocerlo” recuerda Castellanos. La curiosidad desde el primer día invadió su cuerpo. De a poco se fue introduciendo en el judaísmo. Danny aprendió a leer el Torá, aprendió a hablar hebreo, cambio sus hábitos alimenticios pero principalmente cambio su ideología religiosa. La comunidad judía lo aceptó y Danny estaba de acuerdo. “Cuando cambié de religión fue muy grata para mí, todo en lo que había creído anteriormente era mentira, Yave me mostro la verdad” dice Castellanos.


Hoy en día tanto Danny como su esposa Catalina son judíos. Por esta razón sus hijos han crecido con la misma religión. En los próximos meses tienen planeado realizar el acto de circuncisión a su hijo recién nacido. Según el judaísmo este acto se realiza para iniciar al niño en el ciclo del judaísmo. Además el pasado sábado la familia de Danny Castellanos inicio con la celebración del Janucá, llamada también la Fiesta de las Luces o Lucernarias. Festividad contraria a la celebración de la navidad. En el Janucá se conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos. Además de la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos durante el siglo II a. C.


LA RELIGIÓN AFECTÓ A LA FAMILIA


Los noticieros hablan de la situación en medio oriente. La Franja de Gaza ha sido afectaba nuevamente por bombardeos. El tema no está excento en la familia Castellanos. Por la religión que predica, Danny defiende a Israel. Pero su hermano Polet se muestra máscrítica y muestra un pensamiento diferente. “Él siempre me muestra videos, fotos y artículos sobre lo malo que son los palestinos pero ya tengo mi propio pensamiento” afirma con seguridad Polet. En ocasiones las discusiones son tensas. Ya que cada uno defiende sus argumento. “A veces me hace enojar, pero es su postura y la respeto” comenta Polet.


El cambio de religión de Danny cambio a toda la familia. “Al principio la situación en la casa fue difícil, mis padres no aceptaban el cambio pero a mi hermano no le importaba” dice Polet. Entre recuerdos Polet se muestra un tanto incomoda. La relación con su hermano no es tan cercana. Según Polet “cuando se hizo judío se alejó, ante le contaba mis cosa personales, hoy es muy serio, todo es diferente”.


Con cierta tristeza y a la vez resignación, Polet recuerda aquellas fiestas navideñas que disfrutó junto a su hermano. “Este año no van  a pasar con nosotros, dicen que se van a la playa” señala Polet. Con el tiempo la tolerancia y el respeto ha crecido para con su hermano. Si bien aunque su padre se negaba y le impedía a su hijo que sea judío, hoy acepta su religión. “Son detalles lindos, si bien es diferente, lo respetamos y ellos nos respetan, esos es lo bueno de la comunidad judía” comenta Polet.


“Yo no me haría judía porque son bastante fundamentalistas, pero tampoco le obligaría a mi hermano a que se haga ateo, yo lo veo feliz y mientras lo sea para mí no importa su religión” finaliza Polet.

Realizado por Jonathan Arias

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