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El adiós a Jesús del Gran Poder

Y obviamente quien no se emociono al escuchar la gran noticia del adiós de la Feria Jesús del Gran Poder, pero acaso alguien se pregunto ¿qué seria de las fiestas de Quito sin esta, que seria de las personas que aprovechaban de la misma para sostenerse económicamente, que seria de los negocios que se levantaron entorno a la plaza de toros?



Incluyendo amigos, familiares, conocidos y desconocidos, se alegraron al escuchar que se había cancelado la famosa feria que encendía las fiestas de Quito. Días  después, despertó la curiosidad de varios jóvenes que cada año celebraban fiestas de Quito ¿dónde celebraremos ahora?, y es a raíz de esta cuestión donde nace mi interés de ver la otra cara de la moneda, de ver lo que se escondía detrás del adiós a esta feria torera, y no porque soy taurina sino por el interés social y cultural que giraba en torno de esta.


Y comenzó así el interés por conocer que será de las personas que trabajaban a fuera de la Plaza de Toros, de los negocios que emergieron entorno a la misma, entre otros casos. Pero lo que más llamo a mi interés social fue María Quishpe, que se sentía tan abandona como una pollito sin madre, porque mas de 20 años trabajo a las afueras de este mencionado lugar. Con preocupación me decía, que será de mí y de mi negocio si lo único que me reconfortaba era en esta época recuperar todo lo invertido durante un año, era mi salvadora esta feria. En realidad es un poco difícil comprender como algo que desde hace algún tiempo era un tema que generaba lucha y oposición,  era en algunos casos la salvación de muchos, o la chispa para otros.


Y en realidad se vio un tanto apagada las fiestas de Quito, era como un árbol navideño sin luces de colores. Y a pesar de los conciertos, desfiles,

y en general la variedad de actividades, los jóvenes no se sintieron conformes con el festejo a su ciudad, muchos se quejaban por la falta de alcohol, otros que apoyaban esa medida pero no la de decir adiós a la Feria de Jesús del Gran poder, y así varias contradicciones que se generaron en torno a estas fiestas de Quito que en definitiva serán recordadas por varias generaciones por la falta de alcohol y el adiós de la corrida de toros.


Pero para terminar 
y aclarando que NO soy taurina terminare con lo que dijo  profesor hace unos tres semestres, acaso no es mas digno que un toro muera en la plaza a que muera en el Camal.

Realizado por Johanna C. Narváez

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