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MAS QUE ACOSO

El área más congestionada es el edificio de
Consulta Externa del Baca Ortiz

REPORTAJES

El machismo, ¿una barrera que hace que las mujeres se hagan a un lado o un incentivo para su superación profesional?

Las manifestaciones de machismo en la Universidad Central del Ecuador se dan como en varios ámbitos de la sociedad y mediante conceptualizaciones, cifras y testimonios nos adentraremos en el tema.

La Real Academia Española (RAE) define al machismo como “la actitud de prepotencia de los hombres respecto de las mujeres. Se trata de un conjunto de prácticas, comportamientos y dichos que resultan ofensivos contra el género femenino”.
El machismo es un tipo de violencia que discrimina a la mujer e incluso a los hombres que en su conducta demuestren alguna característica asociada a la feminidad.
Según datos obtenidos por el Gobierno Nacional para impulsar su programa contra el machismo en el Ecuador, 8 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia como consecuencia de esta conducta de manera física, sexual, verbal o sicológica.
Es preocupante sobre todo que en este aspecto de violencia la impunidad es grande ya que al ser los mismos miembros de la familia los involucrados, las agredidas no se atreven a denunciar ni a tomar una verdadera conciencia de lo que están viviendo.

Según declaraciones brindadas a Ecuador Inmediato, Edwin Jarrín, Vice Ministro de Gobierno dice que los planes y propagandas brindadas a la sociedad no buscan entregar datos inmediatos de un cambio en el machismo sino ver estos a largo plazo.
El machismo se ve en el día a día empezando por el mero hecho de transitar por la calle, ir de compras, buscar un trabajo, rentar un apartamento. Una mujer sola es una presa fácil y vulnerable en una sociedad llena de prejuicios.

AVENTURA INCÓMODA
Ana se ha levantado muy temprano entusiasmada por el gran paso que es pasar de la vida colegial a la universitaria, se demora peinándose y maquillándose aprovechando lo que no podía hacer en antes, porque si las monjas le veían tan solo con rímel le hacían lavar la cara.
Su madre no la deja salir sin antes desayunar:
“Por algo te levantaste temprano, desayuna no vaya a ser que te me desmayes en medio camino”.
Empieza la aventura, va hacia la parada del bus y se escapa de que un taxista le “coja el rabo”, en la parada se pone a un ladito porque siente las miradas morbosas de los que como ella esperan el bus, por fin llega el transporte y le gritan “nos vemos reinita”.
Ella piensa que por suerte se queda a una cuadra de la universidad y ya no tendrá inconvenientes. Pero para aumentar su incomodidad un grupo de “estudiantes” se le para de frente en la puerta de su facultad y le dicen “amiga eres nueva” ella pensando que era un gesto amable para sus pasos, acto seguido le dicen, ”vamos te enseñamos lo bueno”, corre asustada y escucha una carcajada en coro a lo lejos.
Ana no puede olvidar ese día en que casi renuncia a la carrera antes de comenzar la lucha.

El espacio universitario no es la excepción cuando se habla de machismo, si bien se supone que como la misma visión de la Universidad  Central del Ecuador dice:
“Art. 2. Crear y difundir el conocimiento científico-tecnológico, arte y cultura, formar profesionales, investigadores y técnicos críticos de nivel superior y crear espacios para el análisis y solución de los problemas nacionales”.
La universidad más que nada busca formar profesionales íntegros tanto académicamente como moralmente en pro de una mejor convivencia, de seres tolerantes y respetuosos.
Pero se puede decir que en el campus se puede ver reflejada la realidad que nos rodea un lugar en donde la mujer es objeto del deseo y sus capacidades académicas son puestas en duda hasta que una misma con su esfuerzo y su entereza se haga respetar.
TESTIMONIOS
Patricia Luna Gaibor Msc., quien realizó sus estudios de licenciatura y doctorado en la Facultad de Filosofía, Letra y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador manifiesta que:
“En la Universidad Central como en otros centros de estudio las mujeres siempre tenemos el problema del acoso sexual de una manera enmascarada o directa
De una manera enmascarada es cuando le comienzan incluso a manifestar el hecho de que está simpática, que está bonita, que nos pueden invitar a tomar un café y ya desde el punto de vista directo también comienza a existir la reacción de la persona que le está acosando en el tema de notas.
Desgraciadamente se puede decir que también pasa desde el punto de los maestros y de los compañeros muchas ocasiones la forma de pensar de los ecuatorianos sobre todo de los varones es el hecho de que por ser varón tiene la obligación de hasta cierto punto ser ellos quienes deben  conquistar a la mujer y no les importa si está solteras, casada o qué edad tiene ya que el ego de hombre está en poder conquistar el número más grande de hembras para su harem.
Por eso manifiesto siempre que el tema del machismo es encubierto y muchas veces se manifiesta de una manera directa. En algunas ocasiones incluso se manifiesta que el machismo empieza con “M” de mamá porque las mismas mujeres somos quienes en la casa somos las culpables o podríamos ser las culpables de que los hijos se conviertan en unos machos posesivos en potencia y creen que la mujer tiene que ser el instrumento, el objeto sexual para tenerle incluso como un halago cerca de él manifestar cuantas hembritas ha tenido al lado de él porque desgraciadamente de esa forma en el argot de ellos comienzan a manifestarse”.
No cabe duda que el acoso sexual ha sido un tema muy tratado desde todo tipo de ambientes como en el familiar, laboral y no se diga el educativo, siendo éste si bien tal vez una barrera para el desempeño integral de la mujer, puede ser también un incentivo para su propia superación profesional.
Brindándome otra perspectiva, en una conversación amistosa con Elizabeth Ruiz quien realiza sus estudios de maestría en la Facultad de Artes de la UCE. Cuando le mencioné el tema con una gran sonrisa me respondió que para ella el ser mujer le ha ayudado a que tanto sus maestros como sus compañeros la incentiven y halaguen sus trabajos.
María Cecilia Campaña estudiante de la Facultad de Arquitectura en entrevista por chat respondió a las preguntas:

-    ¿Has sufrido alguna manifestación de machismo en la UCE?

-    Para ser sincera no, bueno yo al respecto estoy en contra del machismo, no lo he vivido en la universidad por suerte pero eso no significa que no lo haya.

-    ¿Has visto sido testigo de algo de eso?
-    Si lo he visto hay ciertos profesores que a veces prefieren trabajar en el aspecto práctico con hombres no con mujeres pero es por lo físico, lo digo por mi carrera.

-    ¿Cuál es el problema, es pesado?

-    Los hombres son  más fuertes que las mujeres o eso aparentan. En mi carrera se debe trabajar en terrenos con desniveles en los cuales tienes que realizar estudios topográficos, se necesita realizar mediciones de toda el área, de igual manera encontrar cual es el desnivel, este un proceso un poco largo.

-    ¿A ti en particular sí te toman en cuenta y no tienes problemas?

-    Claro a mí sí y yo no hago problema, de cualquier modo hay que aprender.

-    ¿Te parece a ti que es más personal el que te hagan a un lado y no quieran trabajar contigo?

-    Sí a mí no me afecta.

CONCLUSIÓN…
Se puede decir entonces que el camino que la mujer ha recorrido a lo largo de la historia ha sido lleno de dificultades, una de las más difíciles ha sido el machismo, no por eso vamos a dejar de tener éxito y excelencia en los campos que nos propongamos, es cuestión de cada persona hacerse valer tanto por sus recursos intelectuales como su calidad humana para sobresalir.

Por Laura Villacís

Cubanos entre la legalidad y la aceptación

Todos los días muere la basura y de vez en cuando nace

 

​El Hospital Pediátrico Baca Ortiz enfrenta una serie de situaciones que lo han ubicado en la mira del Gobierno y de los medios de comunicación, ampliando tal crítica a toda el área de salud en el país.

Desde el 31 de octubre del año pasado, la casa de salud especializada en la atención a infantes amplió su capacidad de atención.

El Hospital Baca Ortiz, ubicado en Quito, es uno de los principales centros de salud a nivel nacional en cuanto a atención médica infantil se refiere. Es precisamente esta categoría lo que ha hecho que su demanda diaria supere los mil pacientes.
En esto radica su principal problema, ya que con tal demanda no hay la posibilidad de una atención rápida y adecuada cómo debería ser en cualquier casa de salud y más aún en aquellas dedicadas a un sector de la población considerado como de mayor vulnerabilidad.
Y es que el Baca Ortiz no sólo atiende a personas que radican en  la ciudad de Quito, sino que su atención también se dirige a aquellas personas que residen en otras provincias del país y que llegan a la capital en busca de atención médica. Tal es el caso de Mercedes Quilataxi, quien no vive ni en el centro, sur o norte de esta ciudad, sino que viene desde de Otavalo en la Provincia de Imbabura.
Mercedes llegó junto a su hijo Pablo de nueve años, a las 8 de la mañana para conseguir un turno de consulta externa, él padece de un quiste en la cabeza y hace 15 días fue operado en este mismo hospital. Ambos tuvieron que realizar un viaje de 2 horas.
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Son muchas las personas que viajan de diferentes ciudades del país en busca de atención hospitalaria para sus hijos. Algunas de estas,  no tienen los recursos necesarios para llevarlos a hospitales privados, pero tampoco tienen dinero para viajar constantemente en busca de un médico.
Mercedes es uno de estos casos, pues ésta es la segunda ocasión que viene, luego de que el médico que la atendió en Otavalo le dijo que únicamente en este hospital le podrían dar la última palabra respecto al padecimiento de su hijo, por ello tiene que gastar varios pasajes de ida y vuelta.
Su esposo tuvo que quedarse allá, mientras durante 4 días ella permaneció en el hospital al cuidado de Pablo. Ante  la pregunta de cómo le pareció la atención en el Baca Ortiz y si tuvo que realizar largas colas para un turno, ella respondió “Me parece muy buena la atención, y gracias a Dios no tuve que hacer colas ya que el doctor Cárdenas me ayudó”.
Aunque también menciona que intentaron hacerle comprar varios medicamentos que se requería en la recuperación de Pablo, por lo cual el doctor la envió al Departamento de Asistencia Social donde le ayudaron para que se le proporcione la medicina gratuitamente.
El caso de Mercedes no es el único, como ella son muchas las personas que ingresan diariamente a Consulta Externa del Baca Ortiz en busca de atención para sus niños.
Carmen Paredes, vino desde Guaranda, en la Provincia de Bolivar para hacer atender a Alejandro, su hijo de 11 años. La enviaron acá porque Alejandro padece de pulmonía crónica y aunque estaba siendo tratado en su ciudad natal, luego de algunas semanas de tratamiento le detectaron agua en los pulmones.
Carmen tuvo una suerte distinta a la de Mercedes, ella sí tuvo que hacer una pequeña cola desde las 6 y 30 de la mañana que llegó, para obtener el turno número 56, tuvo que esperar varias horas y por fin la atendieron aproximadamente a las 9 de la mañana. En este caso aunque tuvo que hacer una cola, Carmen considera que la atención médica fue buena, pero la espera demasiada.
Todos estos son problemas que no ocurren únicamente en esta casa de salud, son muchos los hospitales a nivel nacional  que tienen que afrontar la excesiva demanda de personas con poco personal y con una infraestructura inadecuada.

¬    Adecuaciones hechas al hospital
Para dar una solución adecuada y para que ninguna persona se quede sin atención médica, desde noviembre del año pasado el Hospital Baca Ortiz implementó el método de  selección de pacientes. Las personas que pidan atención hospitalaria deben acercarse  primero al área de triaje, implementada en la misma área de consulta externa. Aquí  un profesional  atiende a todas las personas que lleguen en busca de atención por primera vez  y valora el nivel de gravedad del paciente, dependiendo del caso se otorga de inmediato un turno de atención para el mismo día.
Otro de los formas de obtener un turno en el Hospital es acudir en primer lugar a sub centros o centros de salud pública, donde tras una revisión médica al paciente se le genera una hoja de referencias para que reciba atención médica en el Hospital Pediátrico.
El jueves 12 de enero realizamos un pequeño recorrido a algunas de las instalaciones del Baca Ortiz en horas de la mañana, pudimos constatar que no hay aglomeración masiva de personas en busca de atención. En el área de Emergencias la atención es normal y el paso es restringido por un guardia, quien permite acceder únicamente a las personas que buscan atención médica inmediata evitando así que la gente sin ningún motivo médico, como familiares de pacientes se concentre en esta área.
En la parte interior del área de consulta externa,  la gente tiene varias filas de sillas para esperar su turno, al igual de una pantalla digital que indica el número de turno en el que está, siendo este espacio totalmente insuficiente para todas las personas que esperan la atención, por ello en el acceso al edificio se puede ver a mucha gente sentada en gradas y veredas del hospital bajo ninguna protección ante el  clima, muchas de estas personas tienen a sus hijos en brazos o a los de mayor edad acostados donde pueden.
Pero la realidad es que aún persisten las molestias de la gente por la atención inadecuada, aunque según informó el Ministerio de Salud Pública en su página web, la capacidad de atención en el Baca Ortiz aumento de 700 a 1 200 cirugías al mes, se implementó el servicio de diálisis, y se amplió y adecuó varias áreas como la de odontología  y quimioterapia ambulatoria. El Hospital Baca Ortiz también acoge en su departamento de Investigaciones y Docencia a más de 500 estudiantes de diferentes áreas de la medicina como psicología, enfermería, nutrición, entre otras.
Todas estas son mejoras que se han ido realizando por la presión que el Gobierno Nacional ha ejercido en esta y todas las unidades hospitalarias del país, precisamente con el objetivo brindar una atención digna a la gente.
¬    La problemática
Todo el aparente avance en la atención hospitalaria y de infraestructura que hasta el momento  se veía en el Baca Ortiz se puso a prueba desde hace dos semanas, cuando el pasado viernes 6 de enero se registró el caso de Nayelli,  una niña de 6 años recién dada de alta, que  cayó por un ducto de ascensor que se encontraba dañado pero sin ningún aviso de ello, luego de haber asistido a la celebración del Día de Reyes en el cuarto piso del hospital y mientras su madre estaba distraída en una llamada telefónica.
Enseguida todos los medios de comunicación dieron cuenta de ello y en el país exploto una alarma en el ámbito de la salud y sobre todo a lo que se refiere a la atención médica y su adecuada infraestructura, asimismo sobre el destino que tienen los recursos económicos que se dan a los hospitales.
Tras el accidente de Nayelli, el presidente Rafael Correa visitó el hospital regañando nuevamente al entonces ministro de salud, David Chiriboga, al ver las condiciones en la que se encuentra la casa de salud, ejemplo de ello son las ventanas sin cortinas y tapadas con fundas de basura. Durante el recorrido, el primer mandatario también receptó la queja de los pacientes que argumentan la falta de turnos y la poca presencia de médicos.
Ante todos estos cuestionamientos Chiriboga presentó su carta de  renuncia al Ministerio, siendo aceptada inmediatamente. Carina Vance fue nombrada ministra encargada.
El problema continuó durante el pasado fin de semana, ya que durante la cadena sabatina del 14 de enero, el Presidente de la Republica pidió a la Ministra encargada reemplazar a las autoridades del Baca Ortiz, entre las que se encuentran la directora y gerente administrativa y financiera del hospital, por no haber utilizado el dinero que se les dio en la emergencia de salud para realizar mejoras de la infraestructura, argumentando que los recursos son únicamente para la compra de medicinas.
El pedido del primer mandatario fue inmediatamente cumplido y el lunes 16 de enero se nombraron las nuevas autoridades.
Pero la coyuntura que enfrenta el Hospital Pediátrico Baca Ortiz no quedó ahí. Junto a todos los conflictos que enfrenta la casa de salud se suma un nuevo problema.  El inconveniente es el supuesto acuerdo que tiene con la Clínica San Francisco para la realización de radiografías bajo el costo de 15 dólares, por lo cual los pacientes del Baca Ortiz eran enviados a esta clínica, pues les decían que los equipos del hospital están dañados.
El presidente se enteró de esta situación también durante su visita, tras la denuncia de varios padres de familia, por lo que dispuso analizar la posibilidad de declarar de utilidad pública a la Clínica privada San Francisco y que sirva como extensión de consulta externa y así descongestionar algunos servicios del hospital de niños.
Este conflicto entre ambas casas de salud aún no tiene solución. Los medios de comunicación en el país han ampliado este problema investigando a otros hospitales del país para ver si cumplen o no con la atención adecuada a los pacientes, incluso mostrando casos de muertes por falta de atención. Mientras tanto el Hospital Baca Ortiz continua en la mira del ojo público.

Por Diego Barrera

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