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“La calle es de todos” y los graffiteros lo saben

Salomé despierta por el olor del tocino que ha llegado a su habitación. Sabe que es un día en el cual gastará mucha energía. “De ley tenemos que ir bien comiditas a la pintada, no me vaya a desmayar por ahí” dice mientras devora el desayuno que su madre le ha preparado. 



Sube las escaleras y guarda lo necesario. “La plata, listo. Las latas, listo. El spray. Listo. El boceto listo. Latex, listo.”, susurra mientras cierra la maleta repleta de materiales. “madre mía, la bendición que ya me voy”, grita con mas cuerpo fuera de la casa que dentro de esta.


Omega, como la llaman sus amigos, espera el bus que la llevará a su destino. Los minutos de espera parecen horas y decide caminar. Estos barrios tienen fama de peligrosos, “pero a la Omega nada le pasa”, dice refiriéndose a ella misma en tercera persona. Mientras recorre el asfalto mojado comenta: “Yo no creo en esas cosas de la religión, ni en bendiciones, pero mi vieja es feliz dándome su protección y ya me acostumbre a pedírsela. No quiero quitarle el gusto a mi madre.


Al llegar su grupo de amigas y amigos grafitteros, ya habían hecho “vaca” para comprar la pintura que haga falta y el restante se lo gastaran en cerveza. Salomé, deja su maleta en el suelo, pero no muy lejos de sus ojos; se aleja del muro pues debe visualizarlo, “trato de cranearle más o menos el espacio, sino quedaría hecho mierda”. “Esto es pan comido” es la frase con la que da la primera capa de pintura en el mural. “El purpura que use como fondo, combina a la perfección con “Eloisa”. Al escucharla decir esto, Cristina C., nueva en la pintada de murales, pregunta por

Eloisa.


Omega se refiere a Eloisa como la “Elo”, dice que es el amor de su vida, su orgullo, su máxima creación, su hija, su todo. “Una vez cuando tenía 16

años, soñé con una chica hermosa, me levanté de inmediato y la plasme en papel, desde ese día nunca me abandona.
El sol a medio día se vuelve insoportable. Es momento para las cervezas, delegan a alguien la tarea y los “expertos” continúan con la pintada. Mientras pintan, la gente se acerca a ellos, algunos preguntan que porque lo hacen, otros expresan su apoyo al graffiti, pero nunca falta el “correcto” que cuestione lo que hacemos.


Por eso es bueno que la Facultad nos delegue lugares, porque cuando las paredes son privadas, pintamos “lo que nos viene en gana”, pero en caso de lugares públicos, siempre nos piden los mismos temas: el aborto, la campaña anti-drogas y son temas con los que a veces no compartimos pero pintamos, por simple amor al arte. Por eso disfruto del Vandal, grita efusivamente Omega.


”Ir a pintar a media noche y sentir la adrenalina recorrer tu cuerpo al escuchar una sirena de patrulla, saber que estas haciendo algo ilegal, es de lo M-E-J-O-R!!”Por eso hago “freestyle”. Veo en que latas me quedan residuos de pintura y con eso la dibujo a la Elo. Me inspiro en lo sarcástico y lo mojigato. Así hago una sátira de todo y muy pocos me descubren.

Realizado por Fernando Hidalgo

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